¿Cómo atender la deficiencia de minerales en bovinos?

Una nutrición inadecuada y deficiente en minerales causa problemas considerables como la disminución de la eficiencia reproductiva, el incremento de enfermedades debido al debilitamiento del sistema inmunológico, un crecimiento limitado y la reducción del aumento del peso corporal.

En general, conduce a un rendimiento animal deficiente, aspecto que reduce la rentabilidad de las unidades ganaderas. Es por ello que identificarlo de manera oportuna permite evitar los gastos asociados y las complicaciones productivas.

Aquí te explicamos cómo se clasifican, cuáles son sus funciones, la signología de cada elemento, su tratamiento, los factores que deben tomarse en cuenta para evaluar los requerimientos minerales en bovinos y la suplementación como método preventivo.

¿Qué son los minerales?

Un mineral es un elemento inorgánico que influye de manera significativa en procesos metabólicos y funciones fisiológicas del organismo. Se obtienen mediante el consumo de granos, concentrados, forrajes y suplementos.

Alrededor del 4% del peso corporal en la especie bovina se encuentra constituido por ellos, de manera que son cruciales para el mantenimiento de la vida y la salud de los animales (Cherian, 2020).

Clasificación y función de los minerales en los bovinos

Los minerales pueden dividirse en dos grandes grupos basándose en las cantidades que requiere la dieta, ya que algunos se necesitan en mayor cantidad que otros. Te contamos en qué consiste cada uno de ellos.

Macrominerales

Son aquellos que se encuentran en cantidades apreciables en el cuerpo del animal y se requieren en más proporción en la dieta (>0,01%). Enseguida te mostramos cuáles son y para qué sirven.

Microminerales

También conocidos como “minerales traza”, ya que se necesitan en menor cantidad (<0,01%). Los siguientes elementos conforman este grupo, de los cuales, te explicamos sus funciones.

Signos clínicos de la deficiencia de minerales en la especie bovina

En el ganado, la carencia mineral se da por dos razones: la primera, cuando el alimento no suple la demanda del individuo; y la segunda, al ingerir sustancias u otros minerales, que interfieren en la absorción normal y el metabolismo del resto de estos nutrientes.

La signología varía para cada elemento y, a menudo, puede confundirse con algún otro padecimiento. Estas son las observaciones más comunes para cada caso:

• Calcio. Debilidad y raquitismo, poco o nulo crecimiento, reducción de la producción láctea y convulsiones.
• Fósforo. Disminución del apetito, bajos porcentajes de preñez, pérdida de peso y decrecimiento de la producción láctea y pica (ingerir o beber materiales que no son comestibles como tierra, plásticos, madera, etc.).
• Magnesio. Anorexia, convulsiones y arrojar espuma por la boca.
• Sodio y cloro. Pérdida rápida de peso, disminución de la producción, pelaje áspero y pica.
• Potasio. Debilidad muscular, falta de apetito, pelo decolorado y áspero, pica e incoordinación y desórdenes nerviosos.
• Azufre. Pérdida de peso, debilidad, lagrimeo y actividad ruminal disminuida.
• Selenio. Degeneración muscular, sistema inmune débil, mastitis; problemas reproductivos como retención placentaria, abortos y muerte perinatal.
• Yodo. Caída del pelo, irregularidad o falta de celo, reabsorción embrionaria o abortos y bocio (glándula tiroides agrandada).
• Hierro. Anemia y sistema inmune débil.
• Cobre. Diarrea severa, crecimiento lento y huesos frágiles, decoloración del pelo y fallo cardiaco.
• Cobalto. Pérdida de apetito y adelgazamiento progresivo.
• Manganeso. Crecimiento lento, huesos deformados, desórdenes nerviosos y problemas reproductivos.
• Zinc. Crecimiento lento, diarrea, caída de pelo con apariencia áspera y sistema inmune débil.

Por otro lado, es de suma importancia descartar trastornos por exceso de minerales en bovinos, porque elementos como el cobre, molibdeno, selenio, azufre, cloro y sodio pueden causar signos similares cuando se proporcionan en grandes concentraciones.

Las observaciones clínicas incluyen anorexia, pérdida de peso, diarrea y en casos fatales la muerte.

Diagnóstico de la deficiencia de minerales en los bovinos

Una vez que se ha observado alguna manifestación compatible con dicho trastorno, es necesario acudir de inmediato con el médico veterinario, el cual realizará los exámenes correspondientes o enviará las muestras al laboratorio indicado para corroborar la presencia de la enfermedad.

Dichas pruebas complementarias, por lo general, consisten en analizar las propiedades del alimento, determinar concentraciones en la sangre del individuo, hacer pruebas del suelo donde pastan y el agua que consumen, para descartar contaminación.

¿Cómo tratar y prever la deficiencia de minerales en bovinos?

En casos crónicos, la terapia incluye la administración de minerales de forma oral, y la evaluación de los requerimientos minerales en bovinos, con la finalidad de ajustar la dieta a sus necesidades, las cuales varían de acuerdo a factores como la edad, la raza y la etapa productiva.

Mientras que, en eventos severos o agudos, el tratamiento parenteral restaura rápidamente las concentraciones normales a un nivel funcional en los tejidos del animal. En casos de carencias de calcio, fósforo y magnesio se puede administrar Fortenergy® Calcio (Reg. SADER Q-0273-246) como coadyuvante.

Para evitar la recurrencia del problema es necesario proporcionar suplementos, en especial cuando las características del alimento no son las adecuadas. Además, se debe llevar un registro constante del consumo que permita realizar ajustes cuando sea necesario.

Las sales minerales para ganado bovino en México se encuentran disponibles en presentaciones de bloques y mezclas que se agregan al alimento. Recuerda siempre consultar a tu MVZ antes de suministrarlos, ya que el exceso de minerales también es dañino.

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Bibliografía

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